¡Haciendo espacio para Jesús! El ayuno en Cuaresma
¿Alguna vez se han preguntado por qué durante la Cuaresma, esas semanas antes de la Pascua, a veces comemos menos dulces, o quizás no vemos tanta tele como nos gustaría? ¡Es una pregunta muy interesante! Hoy, vamos a convertirnos en detectives del ayuno y a descubrir juntos el secreto de por qué los cristianos ayunamos en Cuaresma. ¡Prepárense para una aventura de descubrimiento!
¿Qué es el ayuno?
Imaginen que nuestro corazón es como un jardín precioso, lleno de flores y plantas bonitas. Pero, a veces, en ese jardín empiezan a crecer malas hierbas, ¿saben cuáles son? ¡Son como las cosas malas que hacemos o pensamos! A veces nos enfadamos mucho, o no compartimos nuestros juguetes, o decimos mentiras… esas son las malas hierbas de nuestro corazón. El ayuno es como un día especial de jardinería en nuestro corazón. Es como quitar con cuidado esas malas hierbas para que nuestro jardín vuelva a estar bonito y lleno de flores de amor, alegría y paz.
Ayunar significa comer un poquito menos de lo normal, no repetir postre, o evitar ciertos alimentos que nos encantan, como las golosinas o los snacks. ¡Pero el ayuno es mucho más que solo comida! También significa dejar de hacer cosas que nos gustan mucho, como jugar videojuegos todo el día o ver la tele sin parar, ¡para darle más espacio a Jesús en nuestro corazón! Es como hacer un huequito en nuestra vida para que Jesús pueda entrar y estar más cerca de nosotros. No se trata de pasar hambre o de estar tristes y aburridos, ¡sino de hacer un pequeño sacrificio con alegría en nuestro corazón, sabiendo que lo hacemos por amor a Jesús!
¿Por qué ayunamos en Cuaresma?
La Cuaresma es un tiempo súper especial en el calendario cristiano. Es como una cuenta atrás llena de amor y preparación. En Cuaresma nos preparamos con mucho cariño para celebrar la Pascua, ¡la fiesta más importante y alegre para los cristianos! La Pascua es como celebrar un cumpleaños gigante, ¡pero en lugar de celebrar nuestro cumpleaños, celebramos que Jesús resucitó!
¿Recuerdan la historia de Jesús? Jesús, nuestro mejor amigo, pasó 40 días en el desierto, un lugar muy tranquilo y solitario, rezando y preparándose para hacer algo muy importante: ¡salvar al mundo con su amor! Nosotros, como él, también queremos prepararnos para la Pascua, para recibir a Jesús resucitado con el corazón limpio y lleno de alegría.
Ayunamos para muchas cosas importantes, como si fueran regalos que le ofrecemos a Jesús:
- Acercarnos a Jesús: Al igual que Jesús ayunó en el desierto, nosotros también queremos estar más cerca de él. Ayunar nos ayuda a pensar más en Jesús, a rezarle y a sentir su amor en nuestro corazón. Es como si nos tomáramos un tiempo especial para estar a solas con nuestro mejor amigo.
- Limpiar nuestro corazón: ¿Recuerdan las malas hierbas del jardín? El ayuno nos ayuda a reflexionar sobre nuestras acciones, a pensar si hemos hecho algo que no está bien, y a pedir perdón por todo eso. Es como limpiar nuestro corazón de polvo y suciedad para que brille con la luz de Jesús.
- Compartir con los demás: Cuando comemos menos o evitamos caprichos, nos damos cuenta de que no necesitamos tantas cosas para ser felices. Nos lleva a pensar en los niños y niñas que no tienen suficiente comida. Al comer menos, podemos compartir nuestra comida o el dinero que ahorramos en golosinas con los que más lo necesitan. ¡Es una forma muy bonita de ser generosos!
- Aprender a ser fuertes: A veces, cuando queremos algo, como un dulce o un juguete nuevo, puede ser difícil esperar o decir que no. El ayuno nos enseña a controlar nuestros deseos, a ser más fuertes por dentro y a no dejarnos llevar por todas las tentaciones. ¡Es como entrenar nuestros músculos del corazón para ser más fuertes!
- Valorar lo que tenemos: Cuando dejamos de hacer algo que nos gusta mucho, como ver la tele o jugar videojuegos, nos damos cuenta de lo afortunados que somos de tener esas cosas y muchas otras más. Ayunar nos ayuda a dar gracias por todo lo bueno que tenemos en nuestra vida y a no darlo por sentado.
¿Cómo podemos ayunar?
Hay muchas formas en las que podemos ayunar, ¡y no todas tienen que ver con la comida! Podemos elegir diferentes cosas, pensando en lo que nos ayuda a acercarnos más a Jesús:
- Podemos evitar comer golosinas o postres entre semana. ¡Es un pequeño sacrificio dulce!
- Podemos comer porciones más pequeñas en las comidas principales. Así aprendemos a no ser glotones y a compartir.
- Podemos ofrecer nuestra comida a alguien que tenga hambre. Si vemos a alguien que necesita, podemos compartir nuestro almuerzo o merienda.
- Podemos orar antes y después de cada comida, dando gracias a Dios por los alimentos que tenemos y pidiendo por los que no tienen.
- Podemos dejar de ver tanta televisión o jugar videojuegos. ¡Y usar ese tiempo para leer la Biblia o hablar con Jesús!
- Podemos usar menos el celular y dedicar más tiempo a hablar y jugar con nuestra familia o amigos. ¡Las personas que nos quieren son un tesoro!
- Podemos elegir hacer una buena acción por alguien cada día en lugar de hacer algo que solo nos divierte a nosotros. Como ayudar a mamá y papá en casa, o ser amables con nuestros hermanos.
La Cuaresma: un tiempo de alegría
Aunque el ayuno pueda parecer un poco difícil al principio, es en realidad una práctica cuaresmal para fortalecer el corazón y alegrar el alma. Con el ayuno nos preparamos para celebrar la Pascua! Nos preparamos para celebrar el día más feliz del año, el día en que Jesús resucitó y nos mostró su gran amor por nosotros. ¡La Pascua es como un sol que brilla después de la lluvia!
El ayuno es una forma especial de demostrarle a Jesús que lo queremos mucho y que queremos ser mejores amigos suyos. Es como un regalo que le ofrecemos con nuestro corazón. Que esta Cuaresma sea un tiempo de aprendizaje, de generosidad, de acercarnos a Jesús y, sobre todo, ¡de mucha alegría para todos!
¡Feliz Miércoles de Ceniza y feliz camino hacia la Pascua!
Descarga tu Cartel de Cuaresma, decóralo a tu gusto y pégalo en un lugar que te recuerde el sentido de esta Cuaresma.
Comentarios
Publicar un comentario